viernes, 18 de mayo de 2007

General PEDRO ZARAZA


PEDRO ZARAZA


(General de Brigada)


Este caudillo, del mismo temple de alma de Cedeño, i, como aquél, perteneciente al arma de caballería, nació en el pueblo de Chaguarámas, República de Venezuela, el 13 de marzo de 1783 .
Es oscuro el período de su vida desde su nacimiento hasta el mes de julio de 1813, en que Mariño, el gran caudillo de Oriente, lo comprometió a servir a la Patria.
Zaraza entró a ser soldado de la República por amor a la libertad, i en su defensa no evitó esfuerzo ni sacrificio, siendo siempre leal servidor i obediente guerrero de la causa del pueblo.
Escribir la biografia completa de este ciudadano, que como guerrero, puso su mano valerosa sobre la cúspide del honor i de la gloria, es asunto demasiado largo, por lo cual solo daremos, obedeciendo a nuestros propósitos, una lijera idea de sus hazañas i de su carácter.
Desde el mes de febrero del año anteriormente citado, Zaraza, a la mas lijera indicacion del Jeneral Mariño, entró a servir en las filas de este hombre eminente, en calidad de Sarjento.
Su actividad, su juicio i la profunda audacia con que lo dotó la Providencia, le valieron a poco el grado de Capitan, eximiéndosele de servir en la infantería para entrar en la " Caballería lijera."
En breve tuvo lugar la accion de la Trinidad, i fué tal su comportamiento en este encuentro, que Mariño depuso al Jefe del escuadron donde estaba, Joaquin Oliváres, i nombró a Zaraza en su lugar.
A poco tiempo, en el mes de noviembre, se halló en la jornada de Ospino, i peleó con tal heroismo con ochenta hombres que tenia contra seiscientos capitaneados por Nogales i Godler que se le ascendió a Comandante de caballería, quedando bajo sus inmediatas órdenes toda la fuerza de esta arma que hacia la guerra a los españoles hácia el Oriente de Venezuela.
Despues de este i otros acontecimientos que hicieron célebre su nombre, combatió el 18 de agosto de 1814 en Aragua de Barcelona, haciendo su caballería, titulada " Rompe Línea " tales estragos, que de entónces en adelante los déspotas le temieron, considerándolo como uno de los mas audaces i esforzados enemigos de la causa de España.
Unido en seguida al Jeneral Francisco Bermúdez, estuvo en la primera batalla de Maturin, i gracias a su denuedo en un lance terrible, los realistas no consiguieron la victoria.
Combatió tambien contra Bóves en Urica, i con doscientos hombres que comandaba destrozó una caballería de quinientos realistas; matando él mismo al Jefe de estos jinetes, Diego Cebállos, que se atrevió a embestirle cuerpo a cuerpo.
En esta batalla terrible dió por tres veces cargas viólentas, rompiendo con su lanza las filas enemigas i llevando el espanto por todas partes. En un parte del Jeneral Rívas al Libertador, se lee lo siguiente: " Zaraza es un acometedor sin segundo, pelea con tal impulso que causa vértigo......" Yo no me atreveria a medir mis armas con las de él..... Es todo lo que puedo decirle."
En 1815, cuando Morillo entró a Venezuela sembrando el terror por do quiera, Zaraza, siguiendo el ejemplo de Cedeño, no quiso salir de su Patria, i tomando por teatro de sus operaciones el llano oriental de Carácas, inquietó por algunos meses a los españoles; quienes jamas pudieron vencerlo miéntras conservó las posiciones en donde consiguió los quinientos hombres con que hizo frente en Santa María de Ipire a los mil setecientos soldados con que fué atacado por el Coronel espedicionario don Manuel García de Luna.
En esta cruenta batalla cometió los mas altos prodijios de valor, salvándose de ser acuchillado, merced a la serenidad de su ánimo i a la mas injeniosa ocurrencia qne pueda rejistrarse en la historia de los héroes.
Esta lucha empezó a las nueve de la mañana del dia 9 de agosto, i a las cinco de la tarde estaba para terminarse, pues que el Jefe republicano apénas contaba ya noventa de los quinientos jinetes con que habia comprometido la accion.
A la hora indicada, García de Luna, cansado de la refriega i conmovido probablemente del aspecto que presentaba el campo de batalla, sobre el cual habia mas de ochocientos muertos, envió un emisario a su competidor que estaba parapetado en una casa, manifestándole que si se rendia le perdonaba la vida.
Zaraza contestó a esta misiva lo siguiente : " Dígale usted a su amo que a mí nadie me ha puesto miedo, i que los libres no acostumbramos aceptar nada de nuestros tiranos, ni la vida. Que se retire de aquí en el acto, pues tanto yo como mis compañeros estamos resueltos a salir i le haremos pagar bien cara su crueldad."
Quien no se siente conmovido ante este rasgo de sublime heroismo ? El héroe, perdido ya, hallándose próximo a la suprema catástrofe, puesto sobre el abismo próximo a desaparecer, en vez de aterrarse i aceptar el perdon que se le ofrecia, insulta a su adversario i reta, como Anteo invencible, sus iras implacables.
García de Luna arrojó entónces sobre la habitacion en que estaban los patriotas, una gran masa de fuerza, i los acometidos resistieron por mas de média hora el empuje vigoroso de sus enemigos, hasta que hubieron quemado su último cartucho; en tal situacion, reducidos a ménos de sesenta, echaron mano de sus puñales i batallaron dentro de la casa con la enerjía propia de la desesperacion.
Zaraza, próximo a morir, pues que todo republicano que caia en manos de los realistas era arcabuceado bárbaramente, viendo que no podia salvarse ileso del poder de sus adversarios, se dió una puñalada profunda sobre la tetilla del costado izquierdo i acostándose boca arriba tomó la actitud ríjida de los muertos!
A las seis de la tarde todo estaba terminado, i los españoles satisfechos de haber quitado la vida a aquel que tantos males les habia hecho. Ilusos! Zaraza a média noche, gateando por entre los cadáveres, dejó el campo en que tantas proezas habia cometido, i débil de cuerpo por la fatiga i el desangre, pero Fuerte por la conviccion i la fe, buscó su libertad i la obtuvo!
El año de 16, cuando Bolívar volvió a Venezuela lo encontró hacia la banda oriental del Orinoco, haciendo la guerra con una columna de trescientos hombres a un enemigo poderoso, e incorporándose a poco con la fuerza puesta a las órdenes del valiente Jeneral Mac-Gregor, estuvo con él en la reñida batalla de Alacranes mandando el ala izquierda.
En este duelo se portó tan valerosamente, que Mac-Gregor, ántes de terminarse el combate, se quitó del cinto la espada que le habia ayudado a conquistar tantas glorias, i la obsequió al héroe en prueba del cariño que le profesaba i en reconocimiento de sus hazañas.
Tuvo tambien el honor de combatir al lado del célebre Piar en el Juncal, i despues en San Félix;dando con este ínclito caudillo la famosa carga de caballería que dió el triunfo a los libres i sirvió de escarmiento a los déspotas
Verificada la toma de Angostura, Bolívar, que tenia gran confianza en el valor i aptitudes de Zaraza, lo envió con mil quinientos hombres sobre los llanos de Chaguarámas a fin de que vijilara los movimientos del enemigo sobre los valles de Calabozo i Orituco.
Aquel batallador formidable, laureado como pocos i enemigo de la inaccion, dando al olvido las instrucciones que habia recibido, presentó batalla al Mariscal don Miguel de Latorre, el 1.° de diciembre, en el sitio de Hogaza.
La accion empezó a las nueve de la mañana; i, como en todos los grandes combates, la victoria fluctuó entre uno i otro ejército por mas de seis horas, al cabo de las cuales, viendo Zaraza que no podia vencer por mas esfuerzos que hiciera, resolvió retirarse del campo, salvando la tropa que le quedaba i los elementos que no habian caido en poder de los realistas.
Aquella lucha fué tan horrible, que de los libres alcanzaron a morir ochocientos i otros tantos españoles; salvándose éstos de ser vencidos, en atencion a la pericia de Latorre, a ser su fuerza el doble de la de su competidor i a la habilidad con que manejó su artillería.
Mas apesar de todas estas ventajas, las reliquias de la division republicana no fueron perseguidas, pues los españoles sabian que a Zaraza no se le rendia ni se le tomaba preso sino muerto, i que llevando todavía consigo, en buen órden, setecientos soldados, podia darles un buen escarmiento i hacerles efímero el triunfo que habian alcanzado.
Esta retirada, digna de Aníbal, le valió el que el Libertador le hubiera perdonado el haber comprometido una accion de aquella magnitud, que hubiera podido traer funestas consecuencias para la República, si no da la casualidad de que el 22 de enero del año de 18 se reunieran en el alto Orinoco, en el sitio de Urbana, todas las fracciones del ejército independiente que militaba en la parte Norte de Venezuela, obrando sobre Morillo con alguna desventaja al principio, pero luego cosechando victorias.
La hoja de servicios del Jeneral Zaraza está llena de heroicas acciones, i fueron muchas las batallas en que este campeon formidable tino, con el arrojo de Saladino, su lanza temible. Fuera de los duelos de que se ha hecho mencion, estuvo, entre tantos otros, en los siguientes, que le merecieron los aplausos de sus copartidarios:
Alta-Gracia, Bocachica, Carabobo 1.ª, San Mateo, La Puerta, Araure, Punche, Quebrada-honda, Cabrera, Sombrero, Ortiz, Cojedes i Orituco.
En 1822, nombrado Comandante de la plaza de Carácas, pacificó los valles de este nombre, venciendo al pertinaz guerrillero Pedro Valiente, que hacia a los patriotas la guerra de partidas causándoles, como Cedeño a los realistas en 1816, grandes estragos, sometiendo ademas a los Güires, indios casi salvajes que, habiendo aceptado la dura condicion de esclavos, defendian su servidumbre con gran entusiasmo, sosteniendo el poder español.
Era ademas este benemérito patricio un hombre honrado a carta cabal, obediente al Gobierno, virtud que era rara en los héroes venezolanos, i de firmes i altas convicciones.
En 1818 Morillo quiso atraerlo a sus filas, ofreciéndole el titulo de Mariscal, dinero, honores de todo jénero i el perdon para sus amigos, i Zaraza rechazó indignado semejantes ofrecimientos, contestándole una carta en la cual se encuentran los siguientes rasgos, que prueban su acrisolado patriotismo:
" Cuartel Jeneral de Boquerones—Octubre 6 de 1818— El Jeneral de Brigada Pedro Zaraza, al señor don Pablo Morillo."
"No sé que haya nada de comun entre usted i yo para que se dirija a mí. con el mayor rubor he recibido las dos cartas de usted, de 2 i 24 de septiembre del presente año...... Me confundo al pensar qué causas han podido persuadir a usted a que yo fuese capaz de hacer traicion a mi deber, a mi honor i a mi Patria, pasando a las degradadas banderas del Rei Fernando VII...... El amor a la humanidad, dice usted, lo anima a una reconciliacion jeneral. La paz con los tiranos es una conspiracion contra la libertad; no puede haber paz nunca entre el sacrificador i la víctima...... Dios conserve la República de Venezuela, para la destruccion de sus tiranos"
Aun cuando de la vida militar i política del Jeneral Zaraza no se conociera mas que este solo hecho, él bastaria por sí solo para demostrar la enerjía de su carácter i la sinceridad de sus ideas, carácter e ideas que motivaron sus oportunos e inmensos sacrificios en favor de la Patria, de esta Patria cuyos hijos no han sabido imitar como era de su deber, las altas virtudes cívicas de los preclaros ciudadanos que fundaron la República.
Zaraza, a quien por mucho tiempo el Gobierno i pueblo de Venezuela tributaron los homenajes debidos a sus heroicos hechos, murió en Carácas el 28 de julio de 1825, a la edad de cuarenta i dos años!

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